Oh, María, nuestra dulce madre
y amorosa custodia,
recordando tu aparición a Benito Pareto
recordando tu aparición a Benito Pareto
en la cumbre del monte Fignona,
recibe nuestro homenaje
lleno de gratitud y de confianza.
Tú escuchas siempre las oraciones de tus hijos,
en el modo y en el tiempo querido
en el modo y en el tiempo querido
por la Providencia de Dios;
desde que te has aparecido sobre la Santa Montaña
desde que te has aparecido sobre la Santa Montaña
a Nuestro Humilde hermano,
has hecho descender sobre quienes
has hecho descender sobre quienes
han invocado tu intercesión copiosas bendiciones.
Reconocemos que somos indignos de tu bondad,
pero por esta razón esperamos tu amor de Madre
que nunca rechaza la ayuda
pero por esta razón esperamos tu amor de Madre
que nunca rechaza la ayuda
a sus hijos más débiles y pecadores,
y por lo tanto más necesitados
y por lo tanto más necesitados
por la misericordia de Dios,
para que se conviertan y obtengan tu perdón.
para que se conviertan y obtengan tu perdón.
Implora de tu Divino Hijo
la salud del alma y del cuerpo,
consuela a quien llora,
inspira concordia donde hay incomprensión,
da fuerza a quien es perseguido,
paciencia a quien esta atribulado,
lleva a todas partes la serenidad, la paz y el gozo.
consuela a quien llora,
inspira concordia donde hay incomprensión,
da fuerza a quien es perseguido,
paciencia a quien esta atribulado,
lleva a todas partes la serenidad, la paz y el gozo.
Ayúdanos, con tu ejemplo
de plena fidelidad al Señor,
a custodiar en nosotros
a custodiar en nosotros
el preciosismo don de la vida Divina
que Jesús nos ha merecido
que Jesús nos ha merecido
con su muerte y resurrección
y nos ha dado en el Bautismo
que nos ha hecho miembros
y nos ha dado en el Bautismo
que nos ha hecho miembros
de la familia de Dios, la Iglesia,
de la que Tú eres la Madre.
de la que Tú eres la Madre.
Agradecidos por tantos dones
pide para nosotros al Señor:
pide para nosotros al Señor:
Fe sin tinieblas,
esperanza inquebrantable
y caridad ardiente.
Así, después de haber caminado en la vida terrena
con los hermanos hacia los bienes
que la bondad de Dios nos ha prometido,
podremos alcanzar la eterna felicidad en Dios:
podremos alcanzar la eterna felicidad en Dios:
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
AMÈN.
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