Leer la Reflexión del día.
(luego en silencio decir la intención
por la cual rezamos esta
novena)
y al final:
“Sagrada Familia; ruega por nosotros”
Completar
las dos decenas finales del Santo Rosario.
Despedida
con la oración a la Sagrada Familia.
Reflexiones:
Día primero
Jesús, María
y José, hoy queremos ser reflejo de vuestra unión, de vuestra perseverancia, de
vuestro amor filial, intercedan para que nuestras familias sean un fiel reflejo
de la de ustedes, que reine la comprensión y el entendimiento.
Día segundo
Jesús,
ayúdanos a educar a nuestros hijos, que aprendamos de tu amor de Hijo, que
podamos transmitirles tu carisma, que aprendan de Tí, la obediencia,
que amen
el estudio y el trabajo.
Día tercero
María, que
cada mujer de nuestras familias, aprendan de Ti, la humildad, la paciencia, el
espíritu de servicio, la entrega, el amor. Te lo pedimos por Jesucristo,
nuestro Señor.
Día cuarto
San José,
que los hombres aprendan a amar a sus familias, con fidelidad y rectitud.
Querido San José,
ayúdanos a ser persistentes en la oración.
Día quinto
Jesús, María
y José, junto a ustedes no hay lugar a la tempestad, ustedes son nuestro
refugio.
Aumentanos, Sagrada Familia, nuestra fé,
para sabernos aunados con
ustedes.
Día sexto
María, como
Madre y Protectora de tu hogar, cobija a nuestras mujeres y a nuestras madres
para que ellas también sean como Tú medianeras en las dificultades que se nos
presentan. Por Jesucristo nuestro Señor.
Día séptimo
Amado San
José, que en los momentos de crisis dentro de nuestras familias, que los
hombres imitemos tu temple, tu cordura, tu fidelidad, tu amor incondicional
y
tu perseverancia en la fe.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Día octavo
Señor, como
Tú queremos imitarte como hijos obedientes, respetuosos de nuestros mayores, que
sepamos callar cuando algo no nos agrada, que sepamos hablar cuando nuestra
familia necesita nuestra palabra y nuestra opinión.
Día noveno
Sagrada
Familia de Jesús, María y José, que sepamos siempre dar todo lo mejor de
nosotros, que sepamos ceder en nuestra convivencia diaria.
Que cambie
yo mi postura, y complacer a mi prójimo.
Que
entendamos que en la felicidad de nuestra familia, estará también nuestra
propia felicidad.
Que
entendamos que dando, se recibe.