Glorioso San Cayetano, 
aclamado por todos los pueblos 
padre de providencia porque 
socorres con grandes milagros a cuantos te
invocan 
en sus necesidades: 
acudo a tu altar, suplicando, 
que presentes al Señor los deseos 
que confiadamente deposito en tus manos. 
Te pido que me ayudes a conseguir un trabajo
para satisfacer mis necesidades económicas.
Haz que esta gracia, que ahora te pido, 
me ayuden a buscar siempre 
el Reino de Dios y su Justicia, 
sabiendo que Dios 
que viste de hermosura las flores del campo 
y alimenta con largueza las aves del cielo 
me dará las demás cosas por añadidura. 
Amén. 


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