¡Oh mi BUEN JESUS!, que fuiste golpeado,
atado a una columna y flagelado.
Tú que pasaste por el suplicio de tan Gran
Dolor,
para el bien de los hombres
y el perdón de sus pecados.
¡Oh Señor!
Tú que fuiste despojado de tus vestiduras
y fuiste vestido
con un manto de Púrpura.
¡Oh Señor! Por las muchas burlas que tu
Santísima Persona recibió,
Señor, dame la gracia
necesaria para no volver a pecar,
a fin de que pueda gozar contigo en el Cielo,
a la hora de mi muerte.
Sé siempre mi Guía y mi Salvaguardia.
Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.
Amén.
0 comentarios:
Publicar un comentario