Tu que me fuiste dado por Dios
 como compañero para toda la vida, 
sálvame  para la eternidad 
y cumple con tu deber para conmigo, 
que te fui entregado  
por el Dios de Amor. 
!Sacúdeme en la tibieza 
y líbrame de mi  debilidad!.
Presérvame de todo camino y pensamiento errado.
 Abre mis ojos  para Dios y para la cruz. 
Cierra, ahora mis oídos a las inspiraciones  
del enemigo maligno.
Vela sobre mi cuando duerno 
y fortaléceme  durante el día 
para el cumplimiento del deber 
y para todo sacrificio.
Permíteme ser un día 
tu alegría y tu recompensa en el cielo.  
Amen


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