Señor y Dios nuestro que llamaste al desierto
a san Onofre para que te sirviera con una vida santa
y fuera nuestro intercesor
ante ti;
haz que, desde lo mas profundo de mi alma,
llegue hasta tu divina
misericordia,
el arrepentimiento sincero de mis culpas.
Que también mi ofrenda
te sea agradable.
Que me convierta en constante pregonero
de
ese amor que tú nos enseñaste desde la cruz.
Que sepa conservar la fidelidad de
tu Palabra.
Que confiese, públicamente,
mi fe cristiana, ante los hombres
como
heredero de una semilla de inmortalidad.
Junto a ti, divino redentor,
pongo mis
alegrías y mis penas,
mis trabajos y mis sufrimientos,
mis dolores y mis
inquietudes.
Que sean agradables a tus ojos, Señor,
y que
a través de nuestro protector y nuestro guía,
San Onofre, suban como incienso
puro a tu presencia
para salud de mi cuerpo
y fortalecimiento de mi espíritu.
Amén.
Hacer la petición.
Rezar 1 Padrenuestro.
0 comentarios:
Publicar un comentario